REFLEXIÓN 25 DE DICIEMBRE
LOS PASTORES
ALABAN Y GLORIFICAN A DIOS
Is 62, 11-12; sal
96; Tit 3,4-7; Lc 2, 15-20
Misas de Navidad
de aurora, Ciclo A
25 de diciembre
2016
Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario
Diócesis de Tuxpan
Los
pastores se dijeron unos a otros vayamos hasta Belén, para ver lo que el Señor
nos ha anunciado.
Los pastores recibieron
la buena nueva y ahora ellos deben ser testigos de lo que les anunciaron, ellos
creyeron y vieron con sus propios ojos lo que han creído. Ellos van con
prontitud como lo hizo la Virgen María, a cumplir el encargo de Dios (ver Lc
1,39).
Los
pastores encontraron a María, José y al niño recostado en el pesebre.
Los pastores encontraron
lo que buscaron conforme al signo y la guía de Dios. ¿Qué vieron? A María, a
José y al niño recostado en el pesebre, iluminados por la revelación de Dios;
el niño es la realidad de que Dios se ha hecho hombre y está entre nosotros.
Este hecho es el esplendor de la navidad.
Todos
los que los oían quedaban maravillados.
Lo que han visto y tocado
eso mismo dan a conocer. Los pastores han quedado maravillados, admirados de la
grandeza de Dios que se manifiesta en la ternura, inocencia de un niño
indefenso.
No todos pueden ver con
los ojos los acontecimientos divinos, sólo aquellos que son elegidos. Los
pastores son comunicadores de lo que han presenciado, los demás son oyentes de
tal admiración. Tal hecho suscitará en los oyentes la fe. La decisión de creer
es asunto personal.
María
guardaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
María no solo se asombra de este hecho, sino que lo guarda en su corazón. El evangelio en otro pasaje dice que la semilla que cae en la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, lo retienen y por su constancia dan fruto (ver Lc 8,15).
María no solo se asombra de este hecho, sino que lo guarda en su corazón. El evangelio en otro pasaje dice que la semilla que cae en la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, lo retienen y por su constancia dan fruto (ver Lc 8,15).
Constantemente María
escucha algo nuevo sobre su hijo. Las grandezas de Dios que María ha
experimentado en la anunciación, la visitación, nacimiento de su hijo, en la
presentación, en las bodas de Caná, en la muerte de su hijo en la cruz son
momentos de una fuente inagotable de meditación, decisiones, oraciones, de
gratitud y fidelidad a Dios. María es el modelo de todos lo que reciben la
Palabra y dan frutos.
Los
pastores volvieron a sus campos alabando y glorificando a Dios.
Dios ha elegido a los pastores, éstos son los más pobres de todos, para que reciban el mensaje del nacimiento del Salvador. A partir de ahora serán testigos cualificados y heraldos de esta buena noticia, continuarán con sus quehaceres ordinarios y los harán alabando y glorificando al Señor.
Dios ha elegido a los pastores, éstos son los más pobres de todos, para que reciban el mensaje del nacimiento del Salvador. A partir de ahora serán testigos cualificados y heraldos de esta buena noticia, continuarán con sus quehaceres ordinarios y los harán alabando y glorificando al Señor.
Comentarios
Publicar un comentario