REFLEXIÓN 24 DE DICIEMBRE


BENDITO SEA EL SEÑOR
Sam 7,1-5.8-12.14.16; Sal 88; Lc 1, 67-79
Sábado 24 de diciembre de 2016
Ciclo A

Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario

Diócesis de Tuxpan

La Iglesia tiene siempre presente que la oración es el alma para todo quehacer pastoral y toda acción humana. La Iglesia por medio de la oración hace una alabanza hacia Dios.

Hay muchas maneras de orar, pero una oración especial que la Iglesia tiene muy presente es la liturgia de las horas, es decir la santificación del tiempo y el dueño de tiempo es Dios. La Iglesia en diversos momentos del día eleva sus oraciones al Creador.

La liturgia de las horas tiene varios momentos: el oficio de lectura, las oraciones en tercia, sexta y nona; conocidas todas como hora intermedia; pero los pulmones de la liturgia son: laúdes (alabanzas) y vísperas (espera). También existe la oración de la noche (completas).

La oración de laudes y vísperas tiene un esquema similar: himno, tres salmos, lectura breve, responsorio, un cántico evangélico, preces, Padre Nuestro y la oración final.

Laúdes y vísperas tiene un cántico que es tomado del evangelio y refleja como el corazón de toda la oración. En la tarde está un cántico de la Virgen que canta las grandezas del Señor y que ha obrado en María.

En la mañana el cántico es tomado de san Lucas 1,67-79 que fue pronunciado por primera vez por Zacarías el papá de Juan Bautista. En él se expresa:

  • Que Dios es bendito porque ha visitado a su pueblo y ha hecho surgir a un Salvador de la casa de David.
  • Los profetas ya han anunciado que nos salvará de los enemigos y mostrará su misericordia.
  • El Señor pide que se le sirva en santidad y justicia todos nuestros días.
  • Que Juan es su precursor y preparará su camino, anunciará la salvación y el perdón de los pecados.
  • El Salvador nos visitará como un sol para iluminar a los que viven en tinieblas y guiar nuestros pasos por sendas de paz.

El cántico es un júbilo hacia Dios por todas las bondades de Dios, es la gratitud por el hecho de existir, es la bondad porque Dios le ha regalado un hijo que es que va a presidir a Jesús. El Señor ya está cerca. Preparemos su llegada con nuestros cánticos de júbilo y dispongamos nuestro corazón para recibirlo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

SERVICIOS PARROQUIALES

AGRADECIMIENTO A LAS RELIGIOSAS MISIONERAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DE XALAPA

REFLEXIÓN DEL XIII DOMINGO ORDINARIO