REFLEXIÓN DEL DOMINGO XXXIII ORDINARIO
QUE NADIE LOS
ENGAÑE
XXXIII domingo
ordinario, ciclo c
Mal 3,19-20; Sal
97; 2 Tes 3,7-12; Lc 21,5-19
13 de noviembre de
2016
Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario
Diócesis de Tuxpan
Las lecturas nos invitan
a reflexionar sobre el fin; éste está relacionado con el fin de nuestra
existencia, el fin de los tiempos y el fin del año litúrgico. Junto con el fin
viene el tema de la destrucción que está relacionado con la catástrofe de
Jerusalén y que es motivo para hablar pensar en nuestra propia vida.
1.
Jesús
anuncia la destrucción.
Jesús anuncia la destrucción del templo afirmando:
“Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están
admirando; todo será destruido”. El templo es para los judíos su máxima gloria,
es su orgullo, pues ponderaban su solidez y la belleza de las ofrendas votivas.
Las palabras que
pronuncia del Señor son muy fuertes, claras, pero son ciertas; para los judíos
es una bofetada o agua fría. Cuando el Maestro anuncia estas palabras va camino
a la cruz y de la gloria, con los ojos abiertos y quiere que se tengan los pies
en la tierra y la mirada hacia el horizonte (ver hacia delante).
Estas palabras que
pronuncia Jesús se refieren a tres aspectos:
a) La destrucción de Jerusalén.
Efectivamente en el año 70 el imperio romano intervino violentamente en el
reino de Judea, destruyó el templo y persiguió a los judíos, siendo ello una
catástrofe nacional.
b) También
hace alusión al final de su propia vida. Jesús mismo sabe que ir
a Jerusalén le espera su muerte. Por eso sus palabras son como un testamento de
despedida.
c) El
final de todas las cosas y final de la
historia. Así como Jerusalén fue destruido y Jesús vivió su fin, todas las
cosas lo vivirán. Todo lo que admiramos y por muy sólido que sea, llegará un
momento en que no quedará nada.
2.
Destruir
la Iglesia.
Actualmente hay una
oleada de ataques contra la Iglesia católica para tratar de destruirla. Los
ataques son hacia el sustento de la fe, a saber: los valores, la familia, la
eucaristía, el sacerdocio, etc.
a)
Todas
las nominaciones religiosas. Por ser tal la atacan de
distinta manera y sin argumentos teológicos o doctrinales, lo hacen con el fin
de destruirla, porque saben de antemano que Ella es depositaria de una gracia
especial, y como tal busca la salvación de todos; mientras que las diversas
nominaciones religiosas buscan sus intereses personales utilizando la fe para
tal fin.
b)
Los
Medios de Comunicación. Usan esta arma poderosa para
presentar una verdad a medias, dicen lo que se les pide que digan, favoreciendo
así los intereses de otros más poderosos. Al grado de que a través de la
prensa, la TV, las redes sociales, etc. se ataca a la Iglesia. Somos testigos
de que últimamente han atacado al sacerdote, haciendo noticia de falsas
acusaciones y sobre todo les han quitado la vida. Los MCS también han promovido
un matrimonio igualitario, sabiendo que esto no se sustenta en sí mismo, han
promovido con ello valores falsos y que destruyen la vida de las persona porque
se dejan guiar por falsos argumentos.
c)
Ataque
a los valores de paz, justicia, verdad…Dichos valores son
fundamentales para una sana convivencia; sin embargo, actualmente en la
sociedad hay una descomposición en relación a estos valores. No hay paz porque
no hay justicia y, no hay justicia porque no hay honor a la verdad. La Iglesia
está llamada a anunciar, promover, defender y vivir en estos valores.
Es de nuestro
conocimiento que la Iglesia actualmente la están atacando a diestra y siniestra
buscando a toda costa la manera de destruirla. No sigamos en esta manera de
proceder, porque de todas maneras lo que es de Dios nadie lo puede destruir. El
ser humano cree y piensa que ya derrotó a la Iglesia, pero esto nunca será
posible porque la sostiene Dios con su gracia y Él es el dador de la vida.
3.
Vendrán
usurpando mi nombre.
En este ambiente de preparación
hacia el final de la historia y tener presente que Jesús va a volver, algunos
piensan que esto del retorno de Jesús es tema de las sectas, porque son las
sectas quienes más hablan de la llegada de Jesús, aunque de manera equivocada.
Ciertamente el Señor va a venir, no sabemos ni el día ni la hora, pero su
segunda venida es verdad, lo que pasa es que a veces nosotros no hablamos con
entereza, claridad, oportunamente, con fe y esperanza de este tema.
Posiblemente la Iglesia se
ha olvidado predicar sobre este tema, como de otros más, como son:
a) Oración,
es un tema muy bien ocupado por personas que hablan de ella de manera equívoca
y afirman que la oración es yoga, sentimentalismo, New Age, introspecciones,
etc. todo eso que tenga que ver con la interioridad lo confundimos con la
oración.
b) Los ángeles,
no hablamos de ello porque desconocemos el tema, porque no creemos en ellos y
lo que decimos de los santos ángeles, es muy poco. Junto con ello no nos
atrevemos a hablar de los ángeles caídos, como el demonio; pero es la New Age
quien si habla tergiversando lo que realmente son los ángeles y aprovechan la
situación para hacer negocios.
c) El infierno, purgatorio, cielo,
son otros temas que en la Iglesia muy poco habla.
De ahí que otros
aprovechan para hablar de estos temas y lo hacen para engañar y vender sus
artículos. Cayendo en la usurpación, es decir se adjudican un lugar que no les
corresponde, de tal manera que confunde a aquellos que no tienen no tienen una
fe sólida. Jesús nos invita a que nos engañen y a no hacerles caso, porque nada
de esto es su mesianismo.
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