REFLEXIÓN DEL DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO


DIEZ LEPROSOS
2 Re 5, 14-17; Sal 97; 2 Tim 2, 8-13; Lc 17, 11-19
XXVIII domingo ordinario, ciclo c
9 de octubre de 2016

Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario
Diócesis de Tuxpan

El evangelio de san Lucas nos pone a Jesús en camino hacia Jerusalén, mientras va peregrinando le salen a su encuentro diez leprosos, pidiéndole que se compadezca de ellos. Él los envía hacia los sacerdotes y mientras van de camino quedan curados, pero sólo uno regresa alabándolo, agradeciéndole y se postra.

1.      ¿POR QUÉ DIEZ LEPROSOS?

El evangelio narra que hay diez personas que salieron al encuentro de Jesús, los cuales tienen lepra; nueve son de origen judío y uno es samaritano. Lo que tienen en común es la lepra. Lo sorprendente es que el samaritano viene a ser parte de la comunidad judía, que está padeciendo dicha enfermedad. Sabemos que hay una enemistad tremenda entre ambos pueblos y se debe en gran medida a que los samaritanos son racialmente impuros.

La comunidad judía religiosa, en vida, excluye a los samaritanos y después de muertos, hace lo mismo, pues el padre Abraham no los recibirá en su seno debido a su impureza. El evangelista Lucas habla de diez leprosos, porque históricamente diez tribus fueron llevadas a Asiria, para trabajar en los viñedos, las cuales componían el reino del norte. Estando allá adoptaron costumbres paganas, perdieron su identidad. Por esta razón son despreciados los samaritanos por los judíos.

El conflicto es racial, por eso mismo habla de la línea fronteriza entre Samaría y Galilea; Lucas subraya ese número, para que la comunidad que es compuesta por judíos y un samaritano haya una reconciliación racial. Ciertamente uno es una minoría, pero en la enfermedad se dejan ver los valores y la fe de las personas.

2.      ¿QUÉ ES LA LEPRA?

La palabra lepra propiamente significa llaga o golpe. Es una enfermedad muy grave y es causa de muerte. En la Sagrada Escritura se refiere a las diversas afecciones cutáneas que son contagiosas.

Para la ley judía, la lepra es algo impuro y por precaución o por miedo al contagio, el leproso es separado de su familia, amigos o expulsado de la comunidad, es un desterrado. Ésta marginación hace más pesada la enfermedad, convirtiéndose para el paciente en una muerte prolongada (ver Lev 13,1ss). El leproso podrá regresar cuando sea curado, aunque esto es casi imposible y tendrá que someterse a una purificación ritual (ver Lev 14, 1ss), exigida por su pecado.

En el sentido espiritual ser leproso es aquel que no tienen conocimiento de la fe verdadera, desconocen a Dios, su Palabra, sus sacramentos y todo lo relacionado al orden divino, dicha desconocimiento se debe a la ignorancia, indiferencia ante las cosas sagradas o simplemente por negar radicalmente la existencia y el amor de Dios.

3.      NUESTRAS LEPRAS ACTUALES.

La lepra es una enfermedad física que tratada a tiempo se puede prevenir, sin embargo, aunque alguien padeciera de ella puede ser curada. En nuestro tiempo podemos hablar de otras lepras que sigue dañando a las personas y que son causas de muerte constante.

·         Lepras físicas: Las enfermedades que más daño están causando en México son: hipertensión, diabetes, obesidad y cáncer. Es conveniente tomar las medidas pertinentes y cuidar de nuestra salud.
Por otra parte, la lepra más terrible es la que está en el corazón, mente y en la conciencia del ser humano. La lepra espiritual hace más daño. Sería oportuno revisarnos para ser sanados por Jesús. He aquí algunas clases de lepra:

Lepra personal: Pesimismo, conformismo, fatalismo, apatía, desinterés, ley del menor esfuerzo…

Lepras comunitarias: Corrupción, impunidad, abuso de poder, desviación de recursos, búsqueda implacable del dinero a costa de lo que sea.

Lepras religiosas: Confusión en la fe por la proliferación de sectas, falta de coherencia y testimonio en la fe que se profesa.

Lepras familiares: Uniones consensuales, matrimonios solo por el civil, matrimonios separados vueltos a casar, aumento de matrimonios igualitarios, permisivismo, materialismo, adulterio, etc.

Los diez leprosos significan la totalidad de dos poblados, son la unidad de una identidad que se ha perdido por problemas raciales. Diez fueron curados y uno curado y sanado. Es muy probable que ahora nueve de ellos sean los curados físicamente, pero no sanados y salvados espiritualmente. Así que el total de la población es mucha, mientras que uno es una minoría. Por tanto, es vital una revisión seria e ir ante el sacerdote, en el cual está presente Dios y sólo Él puede curarnos y salvarnos.

Nos cuestionamos:

¿Tengo alguna enfermedad física? ¿Cuál? ¿Me estoy atendiendo? ¿Cuál es el motivo de no atenderme? ¿Qué lepra personal, familiar, comunitaria y religiosa estoy padeciendo? ¿Acudo a alguien para que me ayude a sanar?

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