REFLEXIÓN DEL XVI DOMINGO ORDINARIO
MARTA, MUCHAS
COSAS QUE INQUIETAN
Gén 18,1-10; Sal
14; Col 1, 24-28; Lc 10,38-42
Domingo XVI del
tiempo ordinario, ciclo c
17 de julio de
2016
Jesús va de camino a
Jerusalén, ha tomado esa firme determinación y cuando envía a unos mensajeros
para pedir alojamiento, los samaritanos lo rechazan y los mensajeros se
molestan (ver Lc 9,51-56). Nuevamente el texto pone a Jesús en ese caminar y el
alojamiento que no encontró en Samaría ahora lo encuentra, en casa de sus
amigos: Lázaro, Marta y María. El texto no dice cómo se llama el lugar, pero
por San Juan (11,1) se dice que es Betania, la cual está situada cerca de
Jerusalén.
Una mujer llamada Marta
lo recibió y Jesús se hospedó en su casa. Como ella muchas otras personas han
dado alojamiento a los mensajeros del Señor (ver Hech 16,14). En la primera
lectura del libro del Génesis (18,1-10) Abraham se distingue por su
hospitalidad al acoger en su hogar a tres mensajeros (ángeles), pues en ellos
está Dios. El relato es magnífico porque describe a la divinidad comiendo como
un huésped. Abraham no sólo es hospitalario, sino que se pone a servir a sus
huéspedes; Dios premiará estas actitudes con la promesa de un hijo que nacerá
de Sara, su mujer.
Por otra parte, las
hermanas ante la presencia de Jesús en su hogar adoptan actitudes diferentes. Mientras
María está a los pies del maestro escuchando su enseñanza, Marta se afana en
los diversos quehaceres del hogar. Marta considera que el lugar de María no es
estar sentada a los pies de Jesús, sino que debe de estar al servicio de Él, es
decir atendiéndolo. Ya Jesús mismo ha definido que Él está entre nosotros como
el que sirve (ver Lc 22,27).
Ambas posturas: escuchar
la palabra del Maestro y servir son tan válidas. Una reclama a la otra. No se
sirve en las mesas sin antes haber escuchado la palabra y se escucha la palabra
para servir.
Sin embargo, la situación
de Marta llama la atención porque se ha agobiado por muchos quehaceres y le
expone a Jesús su situación: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana
me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.
El Maestro con mucha
cordialidad y paz le hace ver su error. “Marta, Marta, muchas cosas te
preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria…”. Le critica se
modo de trabajar, bajo presión, nerviosa, inquieta, agobiada por la carga de
trabajo, muchas ocupaciones…ha perdido la paz, el amor, el deseo de escuchar al
Maestro.
Aspectos
prácticos
- Una obra de misericordia es dar posada al peregrino, pues en ellos se reconoce la presencia de Dios. México se distingue por ser un país hospitalario. ¿En nuestros hogares inculcamos el valor de la hospitalidad?
- Marta está inquieta por los quehaceres domésticos y anhela servir en su vida activa al Señor. La Iglesia tiene en alta estima la vida religiosa activa, es decir dedicada al servicio del apostolado en diferentes carismas: misiones, educación, salud, evangelización, etc. tanto para los hombres como para las mujeres y cuanto bien hacen los misioneros (as), religiosos (as) y sacerdotes en su servicio de donación frecuente.
- En nuestra parroquias hay diversos grupos que se dedican a un servicio apostólico, pero para realizarlo eficazmente es indispensable formarse o educarse en la fe de manera constante, es decir, siempre debemos de tener reflexiones a partir de la Palabra de Dios, porque el servicio nace a partir de la escucha asidua de la Palabra, la oración, meditación de lo contrario sería un activismo, altruismo o asistencialismo y pronto este deseo de servir se agota.
- En los hogares mexicanos, nuestros familiares llevan una vida activa dedica a diversos quehaceres; que son válidos, sin embargo, para atender a Jesús en la escucha obediente de su palabra no hay tiempo.
- Estemos alerta porque es bueno el trabajo, pero el activismo excesivo hace daño ya que nos olvidamos de nosotros mismos, en cuestión de salud, alimentación, descanso, convivencias con amistades, tiempo para la familia, tiempo para Dios, etc., etc.
Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario
Diócesis de Tuxpan
Comentarios
Publicar un comentario