QUÉ SON LAS VÍSPERAS


LITURGIA PARA DUMMIES

¿QUÉ SON LAS VÍSPERAS?

En la nota pasada acerca de cuándo inicia y termina el tiempo de Navidad, hablábamos que inician y culminan con las “Vísperas”.

En nuestra Iglesia Católica celebramos la Eucaristía diariamente, sin embargo aunque notamos que el desarrollo es el mismo, tenemos que saber que no todas las celebraciones tienen el mismo rango, y la Iglesia ha elaborado una tabla de precedencias litúrgicas, en la cual se enlistan las Solemnidades, Fiestas, Memorias, Ferias y Conmemoraciones, siendo las Solemnidades las que constituyen el rango más elevado de las celebraciones litúrgicas, por conmemorar un hecho de primer orden para la fe (Por ejemplo La anunciación del nacimiento de Jesús,  su nacimiento, su resurrección, Pentecostés, algunas celebraciones a la Virgen María como su inmaculada concepción, San José, a los apóstoles como Pedro, Pablo y Juan así como todos los domingos).

Las solemnidades cuentan con lecturas propias tomadas del Leccionario dominical y sus misas poseen oraciones propias para cada una de ellas (oración colecta, oración sobre las ofrendas, oración de postcomunión, antífona, prefacio, e incluso la bendición solemne).
Todas las solemnidades tienen Oficio propio y comienzan al atardecer del día anterior con la celebración de las primeras "Vísperas", algunas incluso tienen "Vigilia", es decir misa propia el día anterior (Navidad, Pascua, Pentecostés) y las de mayor importancia cuentan con "Octava", es decir la celebración se prolonga durante toda la semana que sigue (Pascua y Navidad).

Las vísperas forman parte del Oficio Divino que es el conjunto de oraciones (salmos, antífonas, himnos, oraciones, lecturas bíblicas y preces) que la Iglesia ha organizado para ser rezadas en determinadas horas de cada día.

Para los judíos el día comenzaba en la tarde no a media noche como para nosotros. Por ejemplo, cuando Moisés describe los días de la creación, comienza con la tarde: "Y fue la tarde y la mañana del primer día" (Génesis 1:5). En cuanto al día de expiación leemos en Éxodo 12, 5-6 “Ustedes  escogerán un cordero, sin defecto, macho, de un año. Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer”.

En el Nuevo Testamento se ha tomado esta tradición con un simbolismo nuevo a partir de la pasión y resurrección de Jesús, después de la puesta del sol, al encenderse los candiles en las casas se producía un ambiente de alegría y comunión. También la comunidad cristiana, cuando encendía la lámpara al caer la tarde, invocaba con gratitud el don de la luz espiritual. Se trataba del «lucernario», es decir, el encendido ritual de la lámpara, cuya llama es símbolo de Cristo, «Sol sin ocaso».

El surgir del sol y su ocaso no son momentos anónimos de la jornada. Tienen una fisonomía inconfundible: la belleza gozosa de una aurora y el esplendor triunfal de un ocaso marcan los ritmos del universo, en los que está profundamente implicada la vida del hombre. Además, el misterio de la salvación, que se realiza en la historia, tiene sus momentos vinculados a fases diversas del tiempo. Por eso, juntamente con la celebración de las Laudes al inicio de la jornada, se ha consolidado progresivamente en la Iglesia la celebración de las Vísperas al caer la tarde. Ambas Horas litúrgicas poseen su propia carga evocativa, que recuerda los dos aspectos esenciales del misterio pascual: «Por la tarde el Señor está en la cruz, por la mañana resucita... Por la tarde yo narro los sufrimientos que padeció en su muerte; por la mañana anuncio la vida de él, que resucita» (San Agustín, Esposizioni sui Salmi, XXVI, Roma 1971, p. 109).

Es así como nuestra madre Iglesia nos ha inculcado la oración a través de las diferentes horas del día, ya que las Sagradas Escrituras nos dicen que debemos orar sin cesar.
"(Jesús) les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer" (Lucas 18,1)

San Pablo enseña a vivir "perseverantes en la oración" (Romanos 12,12)
La Iglesia siempre ha enseñado la importancia de la oración continua. Los Hechos de los Apóstoles presenta el testimonio de los primeros cristianos: "Todos ellos perseveraban en la oración" (Hechos 1,14)

El oficio divino es la forma oficial de implementar en la vida diaria la "oración continua" de manera que se mantenga una perpetua comunión con Dios. El oficio, siendo oración hecha como Cuerpo de Cristo, es la misma respiración de la Iglesia y expresión de la vida cristiana que es unión con Dios. Y está organizado de la siguiente manera:

Maitines (la oración de la mañana). El nombre es del latín matutinus. La primera de las horas canónicas. Antiguamente se cantaban los maitines durante las primeras horas del día, poco después de la media noche.

Laudes, que significa "alabanzas". Es, con las vísperas, una de las horas principales. Consiste de un himno, dos salmos, un cántico del Antiguo o del Nuevo Testamento, una lectura corta de la Biblia, el Benedictus, responsorios, intercesiones, el Padrenuestro y una oración conclusiva.

"horas menores"
Prima: primera hora después de salir el sol, aprox. 6 AM  
Tercia: tercera hora después de salir el sol, aprox. 8 AM  
Sexta: sexta hora, aprox. 11 AM     
Nona: novena hora, aprox. 2 PM

Vísperas: (viene de "vesper": tarde). Es el oficio de la tarde. Consiste de un himno, dos salmos, un cántico del Antiguo o del Nuevo Testamento, una lectura corta de la Biblia, el Magnificat de la Santísima Virgen, responsorios, intercesiones, el Padrenuestro y una oración conclusiva.

Completas: oraciones del oficio divino al acostarse.

En conclusión podemos decir que las “Vísperas” son la Oración Vespertina del Oficio Divino, con ella iniciamos las Solemnidades de nuestra Iglesia, aunque también se reza diariamente, y es una forma de agradecer por el día que culmina y por el que comienza.


Te invitamos a rezarlas en familia, y si no sabes cómo se realiza te invitamos a rezar Laudes todas las mañanas en nuestra Parroquia a las 7:00 am.

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