REFLEXIÓN DE LA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
DIOS UNO Y TRINO
NOS AMA Y ES CERCANO
Ex 34, 4-6.8-9;
Sal (Dn 3), 2 Cor 13, 11-13; Jn 3, 16-18
Solemnidad de la
Santísima, Trinidad Ciclo A
11 de Junio de
2017
Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el seminario
Diócesis de Tuxpan
En la Iglesia todo acto
religioso tiene como fin darle un culto a Dios. El domingo es el día del Señor
y la liturgia resalta varios signos para tal fin. Pero hoy es la solemnidad de
la Santísima Trinidad. Hoy es la fiesta de Dios y la liturgia debe con mayor
énfasis resaltar los signos que nos conduzcan a llenarnos de Él.
Ciertamente la liturgia es
una ceremonia que permite dar una alabanza continua a Dios de diversas maneras.
La liturgia contribuye a darle culto a Dios y rendirle la adoración que se
merece. La liturgia nos comunica con Dios Uno y Trino para agradecerle, pedir
de su gracia y reconocer nuestra miseria ante su grandeza.
Dios
es grande y pequeño (cercano).
Lo grande normalmente es
lejano y lo pequeño es cercano. Así por ejemplo las grandes personalidades son
difícil de verlas, los grandes tesoros quién sabe dónde estén. En otras palabras
lo grande como que se vuelve inalcanzable.
Lo cercano es lo pequeño
y está cerca de cada uno y a veces no le damos importancia. Esto mismo es
aplicable para Dios porque Él es grande y pequeño. Así se vislumbra en la
primera lectura (Ex 34, 4-6.8-9).
Moisés es conducido por
Dios al monte Sinaí para tener un encuentro con Él, le da la gracia de tener
una experiencia única, intensa, viva y grande que quedará grabada para siempre
en el pensamiento, conciencia y corazón de Moisés.
El Dios grande se hace
cercano, se hace pequeño para agrandar al ser pequeño y justo ahí le manifiesta
a Moisés que Dios es compasivo, clemente, paciente, misericordioso y fiel.
Dios
es amor.
Los judíos saben que Dios
es inaccesible, porque es grande y por tal razón no se le puede ni siquiera
pronunciar (Yhwh) porque hay un respeto infinito a su misterio y a su
presencia.
Sin embargo, san Juan
describe algo sumamente sorprendente. Este breve texto nos dice:
·
Tanto ama Dios al mundo que le envío a su
Hijo único.
- Envió a su Hijo para que el mundo crea en Él y no perezca.
- Envió a su Hijo para que tengamos vida eterna.
- Envió a su Hijo para el mundo se salvará por medio de Él.
Estas descripciones nos
hablan exactamente del amor infinito del Dios grande y cercano. Grande porque
nos ama de manera indescriptible que hasta su Hijo muere por nosotros en la
cruz y es cercano porque ha enviado a su Hijo para ser Uno con nosotros, menos
en el pecado.
Sólo a través de su Hijo
único tenemos acceso a Dios Uno y Trino porque nadie puede ir al Padre sino es
por medio de Él y nadie ´puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción
del Espíritu Santo.
Dar
a conocer al Dios Uno y Trino.
La segunda lectura (2 Cor
13, 11-13) describe cómo deben vivir aquellos que creemos en Dios y que lo
amamos.
- Vivir alegres.
- Trabajar por la perfección.
- Animarse mutuamente.
- Vivir en paz y armonía.
- Saludarse unos con otros.
- Vivir en la gracia del Señor.
- Vivir en el amor.
- Vivir en comunión.
Hermanos: La gracia de
nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo
estén siempre con ustedes.
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