REFLEXIÓN DEL XII DOMINGO ORDINARIO

¿QUIÉN SOY YO?

Za 12,10-11; 13,1; Sal 62; Gál 3, 26-29; Lc 9, 18-24

XII domingo ordinario, ciclo c

19 de junio de 2016

Pbro. Gilberto Lorenzana González

Formador en el seminario

Diócesis de Tuxpan

La centralidad del evangelio de este domingo es la cuestionante que nos hace Jesús: ¿Quién soy yo? Aunque actualmente tendríamos que traducirla por: ¿Quién es Él para nosotros? ¿Qué significa Dios en nuestra vida? ¿Qué lugar ocupa?

Esta interrogante la podemos ver desde dos enfoques: por un lado, desde la Sagrada Escritura y concretamente desde el evangelio de Lucas en el pasaje que hoy se lee. Ahí encontramos que Jesús es un hombre de oración, es un profeta, es el Hijo del hombre, es el Mesías, es la causa del seguimiento para la obtención del Reino, es el dador de vida. Por otra parte, desde la experiencia de cada uno y la vivencia de lo que se cree, de esta forma expresamos quién es Jesús para nosotros; pues Dios se nos muestra haciendo y hablando, sus hechos son palabras y sus palabras son hechos, no se pueden separar estas realidades ya que ambas muestran quién es Dios para mí.

1. ¿Quién es Jesús según Lc 9,18-24?

       a)      Hombre de oración

Jesús es un hombre de oración; está en una constante comunicación con su Padre. Así lo ubica San Lucas antes de hacer la pregunta de quién es Él. Por tanto, el evangelista indirectamente ya está respondiendo la pregunta.

b)     Es un profeta

La gente dice que es Juan el Bautista, Elías u otro profeta. Jesús no es Juan, tampoco Elías pero si es un profeta que habla de Dios y denuncia todo aquello que está en contra del proyecto divino; pero no es sólo un profeta, sino que es…

 c)      Mesías de Dios (rechazo, pasión, cruz, seguimiento)

Pedro, por su parte, es el portavoz de los discípulos y afirma que Jesús es “el mesías de Dios”. ¿Esto qué significa? Que Jesús viene a salvar al pueblo de las fuerzas del mal, pero no con el uso de la fuerza, del poder, de una situación bélica sino a través de la cruz y por eso será rechazado y conducido a la muerte. La cruz es el compromiso diario de un discípulo que ha entendido su mesianismo y se atreve a seguirlo con palabras y acciones cada día.

d)     Hijo del hombre

Este título y a la vez identidad de Jesús está indicando la humillación que vivirá, pero en este abajamiento se revela el plan de Dios, la victoria sobre la muerte, el triunfo de la resurrección y una nueva comprensión del Reino.

e)      Dador de vida

San Lucas expresa que un profundo compromiso con Jesús es el fundamento para perder la propia vida, no es referencia al martirio, sino a una constante fidelidad al estilo de vida del maestro. Hay quienes se avergonzarán de Él y por ello perderán la vida que da Jesús; sin embargo quien se comprometa por su causa (el reino) tendrá vida.

 2. ¿Quién es Jesús hoy (experiencia y vivencia)?

Vivimos en el tiempo de la globalización o mundialización y ésta atraviesa todas las dimensiones en las que el ser humano se desenvuelve como es lo político, económico, religioso, deportivo, cultural, tecnológico, etc.; en el ámbito religioso va pasando factura dejando un encanto y desencanto.

• Se cree y se vive en un Dios pentecostal, es decir cargado solo de lo emocional y con una espiritualidad desencarnada y se privilegia el acceso a Dios a través de lo mágico, espectacular y “resolviendo necesidades inmediatas” como problemas psíquicos o salud física.
• Se cree en un Dios popular, es decir marcado por una visión fatalista y en prácticas religiosas con tendencias supersticiosas, explicitada en rituales, heredadas de las culturas africanas.
• Se cree que Dios es como un amuleto, pensando que te traerá buena suerte, por eso algunos pedimos bendiciones de negocios, vehículos y pedimos que nos bañen con agua bendita.
• Se cree que Dios es como una aspirina, es decir recurrimos a Él para que nos calme ciertos malestares o problemas, pero después nos olvidamos de Él y de todas las implicaciones que conlleva seguirlo.
• Se cree y se vive en un Dios institucional marcado por una preocupación por la recta doctrina y en una acción evangelizadora a veces reducida a un simple kerigma. Aunque solo se tiene doctrina y catecismo, pero no teología.
• Se cree en Jesús y a veces en la Iglesia, pero no en toda la Iglesia.
• Se cree en Dios que está en los sacramentos, pero no se vive de acuerdo a ello. El evangelio a veces no cuestiona las estructuras de injustica, corrupción, violencia, etc. así que no hay implicaciones éticas ni evangélicas. Se desvincula la fe de la vida.

Dios es:

•  Dios es un ser que me invita a tomar conciencia de su presencia en el otro, es un ser que me necesita y me reclama en la necesidad del hermano. Por eso la urgencia de la vivencia de las obras de la misericordia.
• Dios no es un infierno, manifestado en el hermano como lo catalogó Sartre. Más bien Dios está presente en el otro y, por tanto es una anticipación del cielo.
• Dios es una experiencia de amor en el otro, pero para Freud es un acto de egoísmo en cada gesto de amor. Más bien cada gesto de amor es un camino de encuentro con Él en el otro.
• Dios es gracia que se encuentra en todos los sacramentos y vivencia de la misma.
• Dios es el Emmanuel, es decir que camina con nosotros, nos acompaña, nos conduce a la verdad plena.
• Dios es la Palabra eterna del Padre, hecha carne en el seno virginal de María por obra del Espíritu Santo.